Ya han pasado 100 días desde la investidura del 6º presidente de la democracia. Aquel señor de barba y gafas que sin decir nada ni todo lo contrario, nos convencio de la necesidad urgente de acceder a la Moncloa para arreglar la desastrosa
situación económica y laboral provocada por su antecesor, Rodríguez Zapatero.
Las medidas tomadas en este inicio de legislatura no están mal (para los especuladores y los
estafadores, claro). Haciendo un breve repaso a lo que ha mejorado la situación económica, nos encontramos con que hoy mismo la prima de riesgo superaba, por primera vez en lo que va de año, los 400 puntos
básicos y el IBEX 35 cerraba la jornada con 7.660 puntos, camino del mínimo histórico de no ser por el cierre del pasado 12 de septiembre (justo despues
del golpe de Estado constitucional urdido por PP-PSOE siguiendo las instrucciones
de Merkozy).
Por si esto fuera poco, anteayer martes conocíamos los pésimos resultados mensuales del paro en España. El desempleo sube por octavo mes consecutivo y un
mes más tarde de que la derecha española aprobara en solitario la reforma
laboral más antisocial de la Historia, comprobamos que se destruyen 1.250 empleos diarios (38.769 en el mes de marzo), constantando que esta reforma no está
sirviendo para invertir la tendencia del mercado laboral.
Y todo esto con la perspectiva de los presupuestos más
cicateros de la Historia, que por fuerza van a suponer menos trabajo y menos
riqueza en lo que queda de año; además de tener que asumirlos con la cara de
tontos que se nos queda al ver cómo los estafadores y defraudadores fiscales
van a poder arreglar su situación irregular pagando aún menos al fisco de lo
que el resto de los mortales venimos pagando religiosamente año tras año (aún
está por ver si se cumple la cifra de recaudación prevista por el gobierno en
este concepto).
Así las cosas, las perspectivas son malas, muy malas. El responsable
de Lehman Brothers para la península antes de su quiebra (nuestro ministro de
Economía) ya ha tenido que salir al quite para confirmar que España no va a
acudir a ningún rescate financiero. Y me parece ver en estas declaraciones un
no sé qué de la sentencia latina Excusatio non
petita, accusatio manifesta. A pesar de todo, qué le podemos
exigir a nuesto Ejecutivo? Quizás es hora de recordar que DigoDiego se ha
convertido en presidente de España sin hacer una sola propuesta, más allá de
comprometerse a gobernar "como Dios manda". Y en ese sentido ha cumplido, pues, un año
más, la Iglesia Católica no ha visto recortada su asignación económica.
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